El uso del lenguaje de señas, la mímica y los movimientos corporales / faciales en todo momento.
- Mantener ambos lenguajes, el de señas y el español del texto, visibles.
- No limitarse al texto escrito sino añadir elementos a la narración que están implícitos.
- El estudio indica que mientras más veces leían el cuento más se movían de la narración a la lectura del texto, acortando las explicaciones dando más importancia al texto escrito y no a las láminas.
- Se observó que seguían las indicaciones del niño, no lo aislaban, sino que tomaban en cuenta sus observaciones.
- Ajustaban las señas y su tamaño para mantener la variedad y el interés del niño.
- Conectaban la lectura con la realidad del niño.
- La localización de las señas en el libro o fuera de él.
- La demostración de los cambios de personajes a través de la expresión corporal, la mímica, el uso del espacio.
- Hacer preguntas mediante la expresión facial
Leer un libro a un niño es una de las actividades más divertidas que podemos compartir, así que no hay que dejar a los niños sordos aislados, hay que intentar incluirlos en la lectura para que ellos se sientan parte del cuento y puedan hacer volar su imaginación.
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