lunes, 9 de enero de 2017

ENSEÑAR A ESCUCHAR PARA APRENDER A HABLAR




Terapia Auditivo Verbal.
 Enseñar a escuchar para aprender a hablar 
Por: Mariana Maggio De Maggi, Lic. en Fonoaudiología, Certificada Hanen, Terapeuta A.V. Introducción 



La Terapia Auditivo Verbal es un enfoque terapéutico para la educación de los niños sordos donde se enfatiza el desarrollo de las habilidades auditivas para desarrollar el lenguaje a través de la audición. Para ello, los niños son identificados, diagnosticados y equipados con la amplificación óptima lo más tempranamente posible. Se les enseña a los padres a crear un ambiente en donde su hijo aprenda a escuchar, a procesar el lenguaje verbal y a hablar. Pero, ¿qué implica todo esto?. Se hará primero una breve reseña histórica para luego hacer hincapié en los principios fundamentales de la metodología. 

Los comienzos El enfoque terapéutico que hoy conocemos como Terapia Auditivo Verbal tiene sus orígenes en Europa, en el Método Acústico de Urbantschitsch de Viena de principios del siglo XX. En la década de los 20 es llevado a los Estados Unidos por el Dr. Max Goldstein (1939) quien define su Método Acústico como "la estimulación del mecanismo de la audición y los sentidos asociados mediante la educación a través del sonido". 

La Filosofía Auditivo Verbal La Terapia Auditivo Verbal (TAV) una estrategia de intervención temprana para niños con deficiencias auditivas, centrada en la familia, que fomenta el uso de la audición para el aprendizaje del lenguaje verbal. La enseñanza comienza tan pronto el niño es diagnosticado. A través de esta aproximación el niño hipoacúsico aprende a desarrollar la audición (a través de la amplificación de la audición residual o por la estimulación eléctrica vía implante coclear) como un sentido activo para que el "escuchar" se vuelva automático. Con habilidades de escucha activa la audición se vuelve una parte integral de lo que el niño hace en su vida diaria. 

La Terapia Auditivo Verbal no es una serie de principios para la enseñanza escolar o una técnica para ser aplicada dos veces por semana en un gabinete. Es un estilo de interacción, una “forma de vida “ para ser practicada diariamente. El objetivo es que los padres aprendan los principios auditivo-verbales para que los apliquen con sus niños con deficiencias auditivas. 

La filosofía Auditivo Verbal apoya el derecho que tienen los niños, con cualquier grado de pérdida auditiva, a que se les dé la oportunidad de desarrollar la habilidad de escuchar y usar la comunicación verbal con su propia familia y la comunidad. La audición es la modalidad sensorial primaria para desarrollar el lenguaje hablado y la competencia comunicativa. El lenguaje oral está basado principalmente en información acústica. A pesar de que los niños pueden aprender a hablar usando otros sentidos como la vista y el tacto, cierta información como la fluidez, la melodía y la entonación del habla natural, que sólo existe en las ondas sonoras. Por eso la audición es la modalidad sensorial más eficiente y efectiva para el desarrollo inicial de las habilidades funcionales del lenguaje oral. Desde el punto de vista metodológico la Terapia Auditivo Verbal es un enfoque unisensorial, fundamentándose en principios psicológicos y fisiológicos. 

 ♣ Asesoramiento a padres


Este principio consiste en guiar, aconsejar y apoyar a los padres como modelos primarios para el aprendizaje del lenguaje hablado a través de la audición y ayudarlos a entender el impacto de la deficiencia auditiva en la familia. La terapia Auditivo verbal es un enfoque centrado en la familia y como tal puede ser descripta como la sociedad amigable y respetuosa entre la familia y el terapeuta que incluye la provisión de soporte emocional y educacional como así también de las oportunidades para que los padres participen en el brindado de servicios y en la toma de decisiones de acuerdo a sus necesidades. La participación de los padres es vital en la terapia Auditivo Verbal ya que esta filosofía abraza la visión de que los niños aprenden el lenguaje más fácilmente cuando están activamente involucrados en interacciones naturales y significativas con sus padres y cuidadores ( Ling, 1990, Estabrooks 1994). 

Esto es, cuando están jugando con las personas más importantes en su vida. Además los padres pueden proveer intervenciones a intervalos más frecuentes durante el día y por un período de tiempo más largo, bajo condiciones que pueden ser altamente motivantes para el niño (Girolametto y Siegel,1992). Qué mejor repetición que la de las rutinas diarias (como las comidas) y qué mejor motivación que la real e interna (de sentir sed para pedir agua). La mayoría de los niños hipoacúsicos tienen padres oyentes. En un programa Auditivo Verbal los padres no necesitan aprender señas o palabra complementada, sino que son puestos nuevamente en su rol natural de padres. 

En las sesiones Auditivo Verbales, entonces, los padres necesitan observar, participar y practicar para aprender técnicas que impliquen actividades que estimulen el habla, el lenguaje la cognición y la comunicación en el hogar, planificar estrategias que las integren en las rutinas y experiencias diarias. El objetivo es implicar a los padres como “socios” más activos en la habilitación de su niño informando al terapeuta de las habilidades e intereses del niño, interpretando el significado de sus primeras emisiones, desarrollando técnicas apropiadas para el manejo de la conducta adecuadas a la cultura familiar, notando y discutiendo los progresos, comprendiendo los objetivos a corto y largo plazo, tomando decisiones con la información adecuada, desarrollando confianza en la interacción con su hijo (Estabrooks y Schwartz, 1995;Simser, 1993).

 Los padres están en el centro de cada sesión de TAV. Allí adquieren la confianza y los conocimientos para comprender cómo pueden ayudar en el desarrollo de la comunicación de su hijo. La forma en que los padres lo hacen varía de acuerdo a cada familia pero el objetivo común es que la audición sea una parte integral de la vida del niño. La intervención centrada en la familia está basada en una perspectiva social acerca del desarrollo del niño, la comunicación misma es un acto social. Esto quiere decir que la interacción padre niño no puede ser vista en forma aislada sino que está influenciada por el entorno familiar (hermanos, abuelos, tíos, etc.) y social (amigos, relaciones, escuela, organizaciones) que influyen en la familia. La contención familiar y social que tengan los padres puede tener un fuerte impacto en su bienestar, lo cual afecta el estilo de interacción con su hijo. De allí la importancia de promover desde la terapia la participación familiar y el contacto con grupos / asociaciones de padres.

 ♣ Ambiente de aprendizaje auditivo. 


En la Terapia Auditivo Verbal no se utilizan Lengua de signos ni Palabra Complementada. Debido a que el habla es una serie de eventos acústicos cuya información completa sólo puede ser captada y procesada por el uso de la audición, los profesionales que trabajamos con la TAV debemos trabajar a través de lo auditivo para sacar lo mejor de la audición residual del niño. De esta manera puede aprender el lenguaje hablado en la forma más natural y eficiente. Este énfasis en lo auditivo le permite darle sentido a los sonidos de su ambiente y crear una memoria auditiva, volviéndose más confidente en el mundo sonoro y aprendiendo también a través de la escucha casual. Así estará integrando la audición para el desarrollo de sus habilidades sociales y comunicativas en respuesta a su ambiente. Esto significa que puede ser un agente activo en el desarrollo del conocimiento, respondiendo al sonido y produciendo sonidos, aprendiendo del ambiente que lo rodea usando su audición en forma activa y no sólo a través de lo que recibe en forma visual. Este proceso no se da en forma automática, requiere un aprendizaje y para ello es de especial importancia la intervención para el desarrollo de las habilidades auditivas. . 

♣ Enseñanza individual (un terapeuta con un niño y su familia) Se hace énfasis en la atención individual debido a que son muchas las variables que deben cubrirse, cada niño/familia tiene sus necesidades y no se pueden generalizar a un grupo de niños/familias. El Terapeuta Auditivo Verbal Los Terapeutas Auditivo Verbales 

Cuando un niño hipoacúsico está equipado con audífonos o implantes cocleares, necesita una terapia para aprender a escuchar y hablar.
Existen diferentes enfoques, entre otros algunos son:  el lenguaje de señas (que no necesita equipamiento), la escucha con apoyo en lectura labial llamado método auditivo oral y la terapia auditivo verbal donde se intenta que el niño escuche y hable aprovechando al máximo la capacidad auditiva y de fonación, sin más apoyo que el tecnológico. 

La Terapia Auditivo Verbal es un enfoque terapéutico para la educación de los niños sordos donde se enfatiza el desarrollo de las habilidades auditivas para desarrollar el lenguaje a través de la audición. Se trabaja mucho con nosotros, los padres y toda la familia para que crear en el hogar, un ambiente en donde el niño aprenda a escuchar, a procesar el lenguaje verbal y a hablar. 

Este método requiere una activa participación de todos los que estén mucho tiempo con el niño. En nuestro caso yo estaba siempre  con Milo durante la sesión y a veces participaba la Sra. que cuidaba a Milo en mi ausencia. Ahora a veces estoy yo, aunque suele trabajar mejor solo. También Azul y Ambar comparten esporádicamente estas sesiones donde ven la forma de trabajar para que Milo incorpore mejor algunas pautas del lenguaje.

La sesión siempre hablando como madre,  la veo como una secuencia de juegos  que intentan que el escuchar se vuelva algo natural. Al principio para Milo los ruidos no tenían un significado, y por medio de este método se tiende a que aprenda  que todo tiene un sentido. No se espera que incorpore estructuras de oraciones o vocabulario desprovisto de un contexto sino todo lo contrario. Los conceptos tienen que transmitirse en situaciones cotidianas y que tengan significado en la vida del niño.
A medida que fue creciendo fuimos aprendiendo diferentes cosas en la terapia, por ejemplo: a contar lo que hacemos diariamente para que Milo lo incorpore, luego agregamos el pedirle más de una cosa y ver como puede recordarlas, por ejemplo "me traes de la cocina el plato azul y el vaso de vidrio por favor?". Todo un desafío que hoy hace normalmente.
Lo importante va más allá de las sesiones particulares que tiene el chico con el profesional, es más bien un estilo de comunicación que tiene que aprender la familia entera y utilizar en el día a día según las distintas etapas de aprendizaje.
Personalmente creo que todas las terapias funcionan mejor así. Sea esta para corregir la "R" mal dicha en un niño normoyente o cualquier otra cosa más compleja. La cantidad de horas pasadas en el hogar son muy superiores a la cantidad de terapia que pueda asistir un niño, a mayor práctica, mayor resultado. Además dentro del hogar el hablar cobra sentido, mucho más aún: tiene una carga afectiva que ayuda al desarrollo exitoso.

Es importante saber que se  le habla al niño en un tono y volumen de voz normal, con articulación natural, desalentando la lectura labial. Igualmente Milo utiliza este tipo de lectura, por ejemplo cuando se baña o temprano a la mañana antes de ponerse los IC, pero es un complemento en la comunicación y no su canal principal.


El orden en que se van enseñando cosas y aumentando la complejidad es siguiendo la secuencia natural con respecto al lenguaje verbal de los niños que oyen normalmente. Esto es : primero  apuntamos a la  comprensión,  luego a la expresión y mucho después se desarrolla  la lectura y finalmente la escritura.  Se espera que que maduren según las diferentes etapas desde el balbucéo, la palabras sueltas, llegando a expresarse con oraciones compuestas y complejas con la gramática similar a la del adulto alrededor de los cuatro años. Pero ¡OJO! tenemos que basarnos en la edad auditiva del niño y no en la cronológica. Al principio va a existir una "ventana", es decir una diferencia entre lo que dice nuestro hijo de 2 años implantado al año y otro de 2 años normoyente pero luego suele acortarse hasta llegar a a la complejidad en la dialéctica y cantidad de vocabulario de un niño de su edad. 

Para acortar estas diferencias es súper importante la detección precoz y la intervención temprana, para aumentar las posibilidades de disminuir la brecha entre la edad cronológica y la edad madurativa, sobre todo la lingüística. 
Yo particularmente y notaba la diferencia  a los 4 años cuando tenia que explicar una situación, talvez un amiguito lo decía en 5 oraciones y Milo en 2 palabras. Creo que esto también puede verse en otros chicos sin problemas auditivos pero como uno está digamos "enfocado" por no decir obsesivamente tildado, mirando la evolución del lenguaje, encuentra más detalles. ¿qué podemos hacer!!!!!? es difícil el equilibro entre estar atentos y obsesivos..........

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